INTRODUCCIÓN
La fama de Antoni Gaudí como arquitecto no conoce fronteras, sin lugar a dudas es el arquitecto español y catalán más conocido universalmente, pero poca gente sabe que Gaudí era vegetariano, que además fue uno de los primeros naturistas catalanes, que era seguidor del naturista alemán abate Kneipp del cual tenia varios libros, y que él mismo realizaba largos ayunos para curarse de sus enfermedades.
El naturalismo de Gaudí desembocó en su madurez en un misticismo religioso nada convencional, la prueba máxima de todas estas tesis las encontramos en una de sus obras maestras: el Park Güell. En este artículo vamos a escribir sobre esta vertiente desconocida del arquitecto catalán cuyas a posiciones intelectuales hoy denominaríamos ecológicas y espirituales.
EL JOVEN ESTUDIANTE DE ARQUITECTURA
Gaudí fue el quinto y último hijo de Francisco Gaudí y nació en 1852 en Reus o quizás Riudoms (ambas localidades se lo disputan) en la provincia de Tarragona. Sus padres eran campesinos y vivían en una pobre masía cerca de Riudoms. Debido a la precariedad económica todavía de adolescente entró a trabajar en una fábrica textil. Sus padres sin embargo advirtieron pronto la capacidad intelectual de Antoni y de su hermano Francisco que quería ser médico, y con graves penas y trabajos consiguieron que ambos hiciesen el bachillerato en la ciudad de Reus. A continuación ambos se marcharon a Barcelona: Gaudí para entrar en la recien creada Escuela de Arquitectura; y Francesc, para matricularse en la facultad de medicina. Debido a la falta de recursos económicos Gaudí tuvo que hacer toda serie de trabajos para costearse los estudios, y en Barcelona trabajo con diversos delineantes e incluso carpinteros y maestros de obras, lo que sería fundamental para su arquitectura posterior. Gaudí nunca fue un estudiante modelo, de hecho no le interesaban algunas asignaturas y se pasaba horas en bibliotecas fomentando su formación autodidacta. Con 26 años obtuvo el título de arquitecto y es conocida la anécdota cuando le entregaron el diploma acreditativo. En la ceremonia, el decano arquitecto y profesor suyo murmuró la célebre frase “ No sé si entregó el título de arquitecto a un genio o a un loco” y es que ya en su época de estudiante, Gaudí era conocido en la facultad por sus ideas totalmente diferentes a las de la Arquitectura de la época.
EL HOMBRE NATURISTA
El nombre de las personas no es arbitrario, cuando los padres deciden poner un nombre a un hijo inconscientemente el nombre coincide con las cualidades de destino de la persona. Ese es el caso del joven Gaudí, su nombre Antonio significa en el gentilicio romano Antonius, “el que se enfrenta a la adversidad”.
El apellido Gaudí es oriundo del sur de Francia o sea de la Catalunya norte hoy francesa y semánticamente se parece mucho al verbo catalán “gaudir” que significa “disfrutar” de la vida, el segundo apellido Cornet, se halla compuesto de dos palabras catalanas, “cor” o sea corazón y “net” o sea limpio, apunta a persona de corazón limpio y honesto. Su nombre y apellido apuntan pues por detsino hacia un hombre honesto profundamente enraizado en su tierra, que sabía
disfrutar de la vida pero muy tozudo y con gran voluntad, asi era de hecho Gaudí, posiblemente el catalán más universal y el más conocido en todo el orbe.
De joven Gaudi ciertamente le gustaba el vestir elegantemente y con ropajes de alta calidad, pero a medida que fue entrando en años empezó a posicionarse hacia la simplicidad de vida, y a partir de los cuarenta años entro en contacto con las ideas naturistas y su vestimenta empezó a ser más simple, y sobre todo realizó un gran cambio en su dieta, paso a dietas frugales y de fruta y se cuenta que siempre llevaba en sus bolsillos unas cuantas almendras tostadas y avellanas para ir alimentándose de cuando en cuando. Cuando se encontraba enfermo Gaudí no acudía a la medicina oficial de la época, sino que seguía las instrucciones del naturista alemán Kneipp. De joven había padecido de reumatismo articular y durante toda su vida utilizó la hidroterapia para controlar la enfermedad, también padeció una supuesta anemia cerebral y más tarde unas fiebres de malta, y siempre utilizó la medicina natural para recuperarse.
Para tratarse de estas enfermedades Gaudí entró en contacto pues con el movimiento naturista vegetariano que a la sazón empezaba a tener adeptos en Cataluña, existe una carta del Gaudí enfermo que nos dice “sospecho que mis enfermedades no necesitan medicamentos sino cambios de vida”.
Entró pues en contacto con libros de Kneipp y posiblemente de Kuhne que acaban de ser traducidos al castellano en aquella época, y adoptó el vegetarianismo en concreto una dieta ovo-láctea para mantenerse sano. Ante graves enfermedades Gaudí solía ayunar, tenemos dibujos de Gaudí hechos por el famoso dibujante Opisso en los periódicos de la época ayunando lo que solía despertar la hilaridad entre la sociedad catalana de su tiempo.
LA DIETA DE GUADI Y EL HIGIENISMO
Gaudí empezaba el día con duchas y abluciones de agua fría con fricciones, eso le activaba la circulación y podía empezar con vigor la jornada de trabajo. Dejó de fumar y emprendía largas caminatas rechazando el transporte publico, es conocido que iba a pie desde el Parque Guell donde vivía en los últimos años hasta la Sagrada Familia . Dormía con la ventana siempre abierta verano e invierno. En otra carta de Gaudi tenemos frases respecto a la vida al aire libre como estas “ el sol es el estimulador de la vida.. y el sol es tan estimulante en verano como en invierno y para la salud es esencial tomar el sol”.
Gaudí se interesaba personalmente por las enfermedades de sus artistas y obreras en la Sagrada Familia, cuando alguno de ellos enfermaba de tuberculosis o de alguna afección grave, solía visitarlos y dar consejos higiénicos prácticos a menudo en contra de la opinión de los médicos. Existen anécdotas sobre la frugalidad de Gaudi en los últimos años de su vida, por ejemplo tenemos constancia que los invitados a compartir con él alguna comida en la Sagrada Familia, después de comer cereales integrales y ensaladas, solían salir de la comida con hambre y se marchaban a comer un par de huevos fritos.
Tenemos comentarios de amigos suyos que nos explican cual era la posición de Gaudi respecto a la dietética. He aquí algunos fragmentos “ Gaudi.. explicaba que las ensaladas constituyen la forma más perfecta de absorber el aceite, por otro lado indicaba que las frutas son perfectas incluso con su piel ingeridas para las evacuaciones y para evitar el estreñimiento”. Creía que el cuerpo necesita determinada cantidad de grasa y el mejor aporte es el del aceite virgen crudo de oliva. Aseguraba que las personas que tienden a comer demasiado destruyen su capacidad vital y ponen en peligro su salud a largo plazo.
Gaudí también insistía que la fruta había de comerse cogida y recolectada del árbol que cualquier forma de conservación de la fruta por el frío hacia perder su aroma, aseguraba que la fruta más olorosa y saludable eran los albaricoques de Mallorca recolectados en el instante. Para Gaudí los licores atacaban el hígado y eran desaconsejables, la carne y los caldos cargados atacaban el riñón, aseguraba asimismo que la manía de las madres de hacer caldos cargados de elementos cárnicos era una de las desgracias de la salud de los catalanes.
Finalmente tenemos las confesiones de la chica de limpieza de la casa de Gaudi en una carta a una amiga: “ El señor Gaudí rechaza la carne, suele comer algunas hojas de escarola y bebiendo algo de leche fresca, seguía las instrucciones naturistas del abate Kneipp, tan frugal y tan sólo pero tan bondadoso con la gente humilde”.
LA ARQUITECTURA NATURAL DE GAUDI
El hombre no es el único ser arquitecto sobre el planeta, animales e insectos construyen formidables estructuras de ingeniería. Castores en la tierra, termitas elevan en las sabanas complejos edificios con sistemas de ventilación y deshechos, incluso animales marinos como las tortugas fabrican su propia casa a cuestas, por no hablar de las formas de conchas y caracoles. Pero también existe una arquitectura mineral al alcance de los seres humanos desde tiempos remotos, nos referimos a las cuevas, recovecos y cavernas, así como oquedades y galerías e incluso cañones formados en las rocas por erosiones milenarias. Desde el Neolítico el ser humano se ha ido apartando de esa arquitectura natural que la misma naturaleza ofrece al hombre, en las grandes ciudades de Egipto y Mesopotamia, se empezó a utilizar el peso, la plomada, el compás y los niveles, de forma que el ser humano empezó ya entonces a apartarse de la arquitectura natural.
Dicho progreso era inevitable y ha tenido sus grandes aspectos positivos, pero lamentablemente y a partir del Renacimiento y sobre todo desde el racionalismo del siglo XVII y el funcionalismo del XX, los habitáculos humanos se han alejado enormemente de su origen natural de una forma exagerada en donde básicamente el habitáculo humano es construido en función de la industria y de lo económico.
La revolución industrial ha llevado a la arquitectura a un olvido de las dimensiones del ser humano que en otros tiempos se tuvo todavía en cuenta, Gaudí es el primer arquitecto moderno que advierte esta desviación y para corregirlo cree que la mansión humana debe responder no sólo a necesidades físicas y laborales, sino también a necesidades emocionales , religiosas y espirituales. La arquitectura he de retornar a sus orígenes pero sin perder lo positivo de lo alcanzado, para ello hay que reinterpretar a la naturaleza, volver a la curva, a la columna natural, al atrio, entendiendo que en ella hay algo de divino. De esta forma el joven Gaudí inicia a finales del siglo XIX un viaje intelectual fascinante, deja de lado toda la Historia de la Arquitectura e inicia la construcción de casas con nuevas ideas creativas inspiradas en lo místico y espiritual que ofrece la naturaleza. Por último hay que mencionar que una de las máximas fuentes de inspiración de su arquitectura la tuvo en la montaña sagrada de Montserrat, de hecho la Sagrada Familia y otras obras, reproducen siempre las formas de dicha montaña que Gaudí idolatraba.
SUS INNOVACIONES
Como decíamos Gaudi se apartó de la geometría de Euclides de las formas conseguidas con compás, cilindros y esferas y se orientó hacia formas que la naturaleza ofrece tales como el arco parabólico y las superficies regladas.
El arco parabólico proviene directamente de la observación de la naturaleza , implica un arco llamado catenaria que constituye una parábola porque es lo que más se ajusta a la resistencia de la ley de la gravedad. Es interesante recordar que a Gaudí no el gustaban los cálculos matemáticos en arquitectura ya iniciados por Descartes, y para calcular las cargas de los arcos lo que hacia es una maqueta polifunicular que reproducía a escala toda la construcción lo que le permitía calcular empíricamente los grosores y las cargas .
Las superficies regladas son aquellas que pueden ser generadas por el movimiento de una línea recta en el espacio y que por tanto proporcionan una superficie tridimensional, así aparecen diversos cuerpos geométricos como los hiperboloides, los helicoloides y las conoides. Gaudí utilizó las superficies regladas porque estas son utilizadas por la naturaleza en especial en conchas de animales y se dio cuenta que al utilizarlas el entorno arquitectónico ganaba en naturalidad. Así pues construyo muros, pilares y naves con estas superficies.
PARK GUELL EL MAXIMO EJEMPLO DE ARQUITECTURA NATURAL Y ESPIRITUAL
De las diversas obras de Gaudí que podemos escoger para comentar su orientación hacia la naturaleza y la espiritualidad y misticismo, el Park Güell es emblemático ya que reune todas estas características.
En los albores del siglo XX, el mecenas y amigo personal de Gaudí el Conde Eusebio Güell, compro un terreno al norte de la ciudad de Barcelona con el objetivo de edificar allí una urbanización y al mismo tiempo edificar su mansión. La urbanización se inspiraba en el modelo anglosajón de viviendas, con grandes parques y algunas casas con jardín diseminadas por el interior del territorio, de aquí su nombre de “Park Güell” ya que Park es un término inglés por su ortografía y no catalán o castellano.
Pero aparte del negocio, el Conde Güell y Gaudí vieron la posibilidad de plasmar en aquella urbanización el ideal de lo que podría ser la arquitectura al servicio integral del ser humano y, una arquitectura que no sirviese nada más que a intereses económicos. Se inspiraron en el oráculo de Delfos y construyeron aparte de las parcelas, una serie de monumentos o estaciones para toda la colectividad, cuyo objetivo era el conocimiento de uno mismo , la evolución intelectual y espiritual de los habitantes de aquel paraje a través del arte. De esta forma Gaudí pudo realizar su sueño de construir una obra en total armonía con la naturaleza de la montaña y al mismo tiempo ofrecer al ser humano una evolución personal. Ciertamente el destino no sonrió a la urbanización, construida entre 1900 y 1914, en los tiempos convulsos de la semana trágica de Barcelona y del primer anarquismo, la burguesía catalana tuvo miedo de vivir en aquella extraña urbanización y al final sólo consiguieron vender una parcela. Pasaremos ahora a las diversas estaciones y sus significados.
LOS PABELLONES DE ENTRADA Y LA SALA DE CARRUAJES
El Parque en su entrada principal muestra que todos sus muros que abrazan el complejo reproducen una serpiente, la serpiente de Delfos, y en sus lomos se pueden ver en la entrada extraños símbolos y anagramas. El que más destaca es una misteriosa inscripción ALABA POR que se halla en las torres de entrada de dos grandes pabellones destinados a posibles guardianes de la urbanización. Con este anagrama Gaudí comunica de forma tácita que la urbanización se halla relacionada con la vía masónica , ya que dichas siglas aparecen en otra combinación en manuales masónicos de la época. También pueden admirarse estrellas de cinco puntas o sea pentalfas a la entrada del Parque, que en su interior contienen un pentágono . Se trata del máximo símbolo de protección de la simbología teosófica, y tiene la función de proteger la urbanización. En los pabellones encontramos asimismo cruces templarias que apuntan al conocimiento que Gaudí tenía de esa comunidad religiosa que encontró en parte refugio en el siglo XII en Catalunya. Un último aspecto llama la atención en los pabellones que a menudo se ha dicho que se han inspirado en el cuento de los Hermanos Grim Hansel y Gretel. Se trata de una extraño hongo que corona las torres de los pabellones, todo parece indicar por sus manchas blancas que Gaudí quisó reproducir aquí una “amanita muscaria” relativamente frecuente en los bosques catalanes, es decir un hongo de carácter alucinógeno como el peyote mejicano o el soma griego, que ha desatado toda clase de teorías cobre el papel de los alucinógenos y Gaudí.
En la misma entrada nos encontramos con una gran catarata monumental que en parte reproduce un paraje naturalista catalán, se trata del salto conocido como La Argenteria en el desfiladero de Collegats en el río Segre en la provincia de Lleida, pero lo curioso de dicha catarata, se centra en la reproducción pétrea de lapices compases y cartabones, que simbolizan de nuevo la vía masónica del conocimiento. Al pie de las escalinatas encontramos una misteriosa sala o zaguán en principio construido como sala de carruajes, también aquí la inmensa cueva representa en forma cavernaria la cripta del Monasterio de San Pedro de Roda, cuna del románico catalán, un arte introducido en parte en Catalunya de nuevo por cátaros aparte de por maestros lombardos.
LA SALAMANDRA
Pero el gran protagonista de la escalinata es la famosa salamandra decorada con mosaicos, uno de los emblemas del parque. Si contemplamos con lentitud la criatura multicolor, veremos que su cola se hunde en un extraño trípode en la parte superior , dicho trípode está coronado por una piedra sin desbastar regada por un surtidor de agua.
Ha habido en Catalunya muchas especulaciones en torno al simbolismo y la significación, empezando por el propio saurio que puede ser un lagarto, una salamandra o un dragón. La interpretación simbólica que nosotros proponemos se orienta hacia la gran obra, e es decir hacia la ciencia de la Alquimia, posiblemente conocida por Gaudí en su madurez.
En el mundo de la Alquimia, la salamadra- dragón, un símbolo de fuego, también representa el elemento mercurio, en esta teoría el mercurio alquímico es fundamental para la transformación del ser humano en su evolución interior. El trípode que se halla detrás del saurio es de hecho un Athanor, es decir un horno alquímico en donde se cocinan los metales para su evolución por el alquimista, y la piedra en bruto apunta precisamente no a la piedra filosofal sino al trabajo de evolución necesario a través del mercurio que a nivel espiritual simboliza asimismo la mente. El conjunto apunta pues al desciframiento del dragón alquímico (el dragón es un símbolo patrio en Catalunya) que transforma al ser humano.
LA SALA HIPÓSTILA Y EL ORACULO DE DELFOS
Una vez ascendemos por las escaleras desde el saurio, llegamos al centro de la vía sacra del Park Güell, nos referimos a la impresionante sala hipóstila constituida por grandes columnas en estilo dórico arcaico. Las columnas sostienen de hecho la enorme plaza superior que constituye el centro de la urbanización y todos los caminos convergen hacia este espacio. Tenemos 86 columnas situadas en hileras simétricas que dan al espacio un carácter de templo heleno sin igual. Al fondo, en la pared existía una fuente ( alusión a la famosa fuente Castalia de Delfos) hoy clausurada. Gaudí llego a comercializar como agua mineral y medicinal el agua de esa fuente bajo el nombre de Sarva. El techo de la plaza muestra una obra artística de primer orden; se trata de los cuatro soles de las cuatro estaciones con sus correspondientes fases lunares, el sol y la luna son pues los protagonistas de los mosaicos superiores, sabemos que estos mosaicos son obra de Jujol un arquitecto amigo de Gaudí y también modernista. Y bajo las columnas existe una cisterna enorme que parece sugerir el Hades griego, de donde surgían los vapores que permitían a la médium griega realizar el oráculo y que se halla construida también con docenas de columnas encontrándose en algunas de ellas piedras cúbicas de simbología masónica.
Todo ese conjunto, fuente, mundo subterráneo, columnatas y decoraciones del techo parecen sugerir el oráculo de Delfos en Grecia
El lugar donde se hallaba la famosa inscripción “conócete a ti mismo”, que tanto impresionó a Sócrates y que es uno de los lemas del autoconocimiento de la antigua Grecia. En la vía sacra, la llegada al oráculo implica la conexión con la pitia, es decir la médium que nos abre las puertas hacia nuestro futuro. A nivel práctico las columnatas estaban destinadas al mercado semanal de la urbanización es decir era una lugar solar apolinio pero consagrado a Hermes , el dios del comercio.
LA PLAZA DE LA NATURALEZA
Ascendiendo de las columnatas hacia niveles superiores llegamos sobre las columnatas a la plaza central de la urbanización, que recibe el nombre de plaza de la naturaleza o también plaza del teatro.
Lo primero que llama la atención al visitante en esta enorme plaza es el formidable y multicolor banco de mosaicos que se extiende y bordea toda la superficie, constituyendo un balcón natural frente a Barcelona que se extiende a sus pies.
El banco ondulante parece ser en primer lugar una representación de las olas marinas del mediterráneo, pero las últimas investigaciones apuntan a que su colocación reproduce un signo astronómico heleno, en concreto la constelación de ofidio, y ciertamente el banco parece d de nuevo una gran serpiente que volvería a encajar con la serpiente de Delfos sacralizada por Apolo. En LA PARTE TRASERA DE LOS BANCOS HALLAMOS ESTA VEZ SIGNOS astrológicos, con paciencia podemos reconstruir signos tales como géminis, aries, tauro, acuario, libra y leo. Finalmente en las repisas del banco de piedra hallamos unos extraños símbolos alfabéticos que han sido descifrados como grafitis . En algunos de ellos podemos leer misteriosas expresiones casi siempre de carácter espiritual o religioso. No sabemos exactamente que perseguía Gaudí con estas inscripciones para la posteridad pero la mayoría de ellas se hallan en conexión con el autoconocimiento religioso.
La función concreta de la plaza era la se reunir en las fiestas a la gente de la urbanización, por ejemplo para bailar sardanas, el baile nacional de Catalunya y también para realizar circo o actividades de ocio .
En la plaza y bancos predomina el mosaico de Gaudi por excelencia el denominado en catalán “trencadís” . Se trata de un mosaico que una vez diseñado es roto a continuación y luego reconstruido siendo aplicado como ornamento a los espacios y monumentos. La visión plástica final es la de unas partes reunificadas con trabajo y precisión.
Al “trencadís” subyace una filosofía sutil, tiene la significación que apunta a que la perfección en el arte se gesta cuando hemos roto y superado el punto de partida aunque parezca perfecto y buscamos luego una reunificación de las partes dispersas, a escala humana eso significa que el ser humano que parte de una unidad previa original que se antoja perfecta, debe conocer y vivir sus contradicciones, debe romperse en el fragor de la vida y una vez vividas sus contradicciones reunificarlas esta vez ya conscientemente. El trencadís sugiere que para la perfección de la naturaleza hace falta la intervención del ser humano. Que la naturaleza siendo cuasi perfecta ha de ser en última instancia moralizada.
LOS VIADUCTOS Y LA LAVANDERA
Para que las diferentes fincas de la urbanización pudieran conectarse con carruajes y desde cualquier lugar del parque se pudiera descender a Barcelona , Gaudí construyó diversos viaductos que conectan las diferentes partes de lo que es hoy el Park Güell. En los viaductos a nivel simbólico y espiritual encontramos diversos aspectos, como mensuras templarias y piedras apolíneas dedicadas al culto al sol. El viaducto más famoso reconstruye en su parte inferior un efecto óptico que transmite al visitante la sensación de estar metido en gigantescas olas marinas. Se ha especulado si Gaudí quiso reproducir la huida de los israelitas por el Mar Rojo en el milagro de la separación de las aguas. Junto a estas columnas se yergue la figura de una lavandera que ha sido objeto de numerosas interpretaciones, pero que en esencia es un homenaje a la mujer masónica a la Eva trabajadora.
Entre la plaza y los viaductos encontramos unas esferas colocadas a intervalos, que representan las cuentas de los rosarios y cuyo número corresponde a las aves Marías de la tradición oral en el rosario convencional.
LA COLINA DE LAS MENAS Y EL ASCENSO ESPIRITUAL
La urbanización se halla rematada por una colina en donde se yerguen algo parecido a tres cruces, el lugar se conoce en catalán como “Turo de les Menes” ya que antes había existido en este lugar una mina .
En esta colina nos sorprende primero la aparición de dos grandes menhires artificiales que Gaudí coloca allí como homenaje a la religión druídica megalítica, la primera religión catalana. En la colina en los planos originales se tenía que construir una capilla para la misa de la urbanización, pero finalmente y tras el fracaso de la venta de parcelas, Gaudí construyó de hecho un Tayalot balear. Las tres cruces de hallan pues sobre un montículo que recuerda a las tablas megalíticas de Menórca. Gaudí construyó una escalera para llegar a la cima del montículo y otra para descender. Una examen de las cruces nos muestra que no son tales, por lo menos no son cruces cristianas convencionales. Las dos primeras situadas de norte a sur y de este a oeste, son las denominadas cruces tau, es decir son rematadas por un cubo piramidal en su parte superior, dichas cruces tienen una resonancia masónica e incluso egipcia, la tercera tampoco es una cruz , sino una mera saeta que apunta en su vértice hacia el cielo. Existe todavía otra sorpresa en esta colina, desde abajo del Tayalot, un observador situado en perpendicular a las cruces puede observar que estas de superponen en un plano visual; y la figura que se genera es una cruz parecida a la famosa cruz de Caravaca murciana, uno de los símbolos de protección utilizados por el cristianismo esotérico.
Si comprendemos esta colina en conexión con la vía de autoconocimiento délfica que Gaudí propone, podemos sugerir pues que aquí el arquitecto no reproduce meramente el Calvario, sino que apunta a la culminación de esta vía sacra, una culminación que termina con la visión de la vida post mortem, de la supervivencia de la personalidad humana que es lo que trasluce la saeta hacia el cielo.
De esta forma se completa la vía deifica del autoconocimiento, el ser humano indica Gaudí vive su vida como una evolución de su propio yo y un autodescubrirse, el ser humano debe pasar por una serie de estaciones en las que la evolución esta orientada hacia la masonería en su ideal de justicia y la alquimia en su ideal de la transmutación del plomo en oro. Lo que el ser humano descubre en esta vía sacra,es que la evolución nos lleva a la certeza de nuestra inmortalidad y al desvelamiento de un yo divino eterno que siempre resucita.
Desde esta colina también se ha querido interpretar la geometría sagrada que Gaudí aplica a Barcelona, y ciertamente las tres cruces forman el vértice de un triangulo equilátero con la Sagrada Familia y el Palacio Güell.
Finalmente la relevancia de esta colina para Gaudí se debe también a sus cuevas circundantes. En una revista de Reus de la época, se publicó una narración anónima que parece describir una experiencia mística en este lugar , es posible que Gaudí fuese el autor, lo cierto es que en este artículo se menciona una visión de las islas Baleares. Todo apunta pues que en su juventud Gaudí explorando este lugar entró en una cueva que hoy esta cerrada al público, y que allí tuvo dicha experiencia. El arquitecto pues estaba convencido del gran telurismo energético del lugar y no parece arbitrario el que culminase su vía sacra en este paraje.
RESUMEN
El Park Güell encierra muchos más sorpresas que las que hemos mencionado, existen otras cuevas que no se visitan ; en una de ellas Gaudi construyo un extraño altar, además tenemos la casa en donde vivió Gaudí dentro del Parque hasta su muerte, y que merece una visita porque conserva la atmósfera espiritual y mística del artista.
Globalmente podemos afirmar que la vía sacra de autonocimiento que Gaudí propone a las personas que conectan con su simbolismo, es una vía de crecimiento personal a través del arte, muy unida a las antiguas religiones de la naturaleza y al cristianismo no convencional sino el cristianismo evolucionado de cátaros y templarios, y posteriormente de la teosofía y la masonería. Todo eso explica la extraña fascinación que el arte del Park Güell ejerce sobre los visitantes, aunque racionalmente no ENTIENDAN el propósito de Gaudí de mostrar una via hacia el autoconocimiento, lo cierto es que inconscientemente advierten que aquellos símbolos y aquellos monumentos dicen algo más que el mero divertimento artístico. Gaudi eleva así la función del arte y la arquitectura hacia su máximo ejemplo, convierte al arte en una vía de iniciación para todo aquel visitante que puede conectar espiritualmente con los vericuetos del lugar.
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