INTRODUCCIÓN
Aunque el Vegetarismo debido la crisis ecológica y el hambre en el mundo está de cierta actualidad, no es ciertamente ni una moda ni una chifladura, constituye no sólo una dieta sana, sino toda una filosofía de vida, y su aval no es baladí, cientos de filósofos, artistas, profetas, escritores y científicos, desde Buda y Platon hasta Tolstoi, Bernad Shaw y Gandhi practicaron esta forma de vida. En este artículo trataremos de dar una visión amplia y práctica de esta filosofía de vida.
BREVE HISTORIA DEL VEGETARIANISMO
El término moderno “vegetariano” procede del Reino Unido y data de 1842, cuando un grupo de amigos que luego fundarían la Sociedad Vegetariana Británica decidieron adjetivar la dieta sin carnes ni pescados que ellos defendían como herederos del pitagorísmo heleno. Por extraño que parezca el vocablo “vegetariano” no proviene semánticamente de vegetal (latín vegetabilis) como a primera vista podría suponerse, sino que proviene del latín “vegetus” que significa “completo, fresco, lleno de vida y activo”. Por tanto el vegetariano no es un ser que vegeta indolente y come vegetales, sino que es una persona filosóficamente evolucionada que ha hallado una forma integral de relacionarse correctamente con su entorno.
La historia del vegetarianismo es muy anterior a las sociedades vegetarianas y naturistas europeas del siglo XIX. Los orígenes de lo que podemos entender por vegetarianismo se remontan a la Grecia arcaica y se relacionan con la figura de un filósofo griego Pitágoras de Samos que vivió en el siglo VI a.Cr. Es muy probable que Pitágoras aprendiese el ayuno y una dieta vegetariana de los sacerdotes egípcios que la prácticaban por motivos religiosos y ocultistas. Cuando Pitágoras vuelve a las colonias griegas y se instala en Crotona conoce ya las virtudes de una dieta no carnivora ya que es el primer griego que practica una dieta de abstención de carnes y pescados además de determinados vegetales, y ante el asombro de los habitantes de Crotona realiza por primera vez sacrificios incruentos a los Dioses, a base de frutos y cereales.
Posteriormente una gran parte de seres evolucionados de la antigüedad desde Platón a Porfirio, Proclo,. Jámblico y Plotino se convirtieron al vegetarianismo por considerarlo la dieta perfecta para la contemplación y comprensión del mundo. Tras el paréntesis de la Edad Media en el Renacimiento y con el renovado interés por el mundo antiguo pensadores y poetas como Bruno, Dante, Spinoza, Jacobi, Hölderlin y Hume defienden una dieta de tipo vegetariano. Pero será a principio del siglo XIX en Alemania con la aparición del Naturismo moderno cuando por primera vez se afirmará la necesidad de utilizar una dieta vegetariana como terapia preventiva contra muchas enfermedades, esto sucede en torno a 1840 a través del farmacéutico Theodor Hahn quien llegó a esta conclusión experimentando sobre pacientes y siguiendo lecturas de textos médicos de la antigüedad. En la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX coincidiendo con la expansión de la filosofía naturista y la medicina natural, pero también por motivos éticos de lucha contra la tortura animal en vivisección, van creándose en toda Europa las Ligas y Sociedades Vegetarianas. Entre ambos siglos una serie de personalidades de la cultura el arte y la política se convierten al vegetarianismo, los casos mas conocidos son los de F Kafka, Th Mann, Gaudi, Bernard Shaw, A. Schweitzer Thoreau, Tolstoi y Gandhi, entre muchos otros nombres.
En el siglo XX y tras las grandes guerras parece que el vegetarianismo se bate en retirada ya que el consumo de carne y pescado crecen de la mano de la sociedad de consumo en todo el mundo. En España por ejemplo en los años ochenta el español consume ya 72 kg de carne pro habitante y año, mientras que a principios de siglo esta cifra no llegaba a 12 kg.
Sin embargo y a partir de los setenta la irrupción de la nueva conciencia ecológica hace renacer la cultura vegetariana, en los años
ochenta y noventa asistimos a una recuperación de los ideales vegetarianos ahora doblemente potenciados por la crisis de la alimentación desnaturalizada y la aparición de los alimentos transgénicos. Tampoco es ajeno a esta recuperación del vegetarianismo la influencia de la filosofía oriental sobre occidente a través de la New Age americana.
RESUMEN
Una de las razones de crítica al vegetarismo es el conocido reproche de que dicha dieta nos conduce a una regresión cultural, ya que el desarrollo de la cultura humana en el Neolítico va unido a una dieta rica en protéinas cárnicas, es la famosa frase irónica que el “vegetariano se propone volver a los árboles” . Contra ese argumento hay que señalar que la adaptación del ser humano a una dieta nueva que propicio la cultura, llevó a la generación de nuevas enfermedades, precisamente este aspecto negativo de la cultura esta simbólicamente señalado en los Mitos del Paraíso de casi todas las culturas, en donde se insinua que el cambio dietético (la manzana del bien y del mal) conllevó al mismo tiempo una expulsión de un estado armónico para con la naturaleza. El Vegetarismo moderno no propone pues una regresión a los simios, sino que el ser humano sea consciente de aspectos negativos para la salud de su evolución cultural y sin dejar la cultura, sea capaz de aceptar que su organismo no ha podido adaptarse tan rapidamente a nuevas dietas y que existe una dieta base más sana para él que es compatible con un estado evolucionado de se su personalidad.
ESCUELAS Y OPCIONES VEGETARIANAS
Toda escuela filosófica o religión nunca es unitaria, con el vegetarianismo podemos afirmar lo mismo. Existen diversas escuelas o lineas de vegetarianismo que van desde opciones moderadas hasta opciones radicales.
a) Vegetariano es aquel que globalmente se alimenta de verduras frutas, frutos secos, raíces, cereales integrales, pastas integrales, pan integral, legumbres, aceites y derivados lácteos y huevos..
b) Todas las personas que siguen una dieta vegetariana ingieren gran parte de dicha dieta de forma crudívora , pero a veces hay gente que practica el CRUDIVORISMO en particular y en su dieta entra la carne o el pescado crudo. El crudivorisno es una opción dentro de una dieta vegetariana.
c) La opción más extendida dentro del vegetarismo la constituye una dieta vegetariana, o sea sin carne ni pescado, es la dieta LACTOVETERAGIANA, a base de frutas, verduras, hortalizas frutos secos, cereales integrales, legumbres, raíces, huevos y leche y sus derivados
d) Existe la opción de alimentarse sin ingerir ningún alimento de origen animal ni siquiera leche y huevos, a esa dieta se la denomina VEGANA.
e) Existen vegetarianos que prefieren seguir una dieta en un 90% basada en las frutas y los frutos secos, a esta dieta se la denomina FRUGÍVORA
f) Por influencia oriental, en especial japonesa se ha extendido en Occidente una variante de la dieta vegetariana denominada MACROBIÓTICA. Dicha dieta no se basa estrictamente en productos de origen vegetal pues hay algunos ingredientes de origen cárnico, pone el acento sobre todo en cereales integrales algas y soja.
g) Se ha tendido a igualar el naturismo con vegetarismo, pero no son términos sinónimos, existen personas que utilizan el vegetarismo estrictamente como dieta higiénica y pueden ser llamadas vegetarianos, en cambio hay personas que utilizan el vegetarismo dentro de un sistema de vida de acuerdo con los elementos naturales , sol , agua, tierra y aire y orientan su vida hacia la simplicidad esos son los naturistas. Y también hay algunos naturistas que no siguen una dieta estrictamente vegetariana
LAS RAZONES DEL VEGETARISMO
Ciertamente que el vegetarianismo no debe de probar que es una dieta mejor que la dieta convencional carnívora i piscívora, sino sólo ha de demostrar que por lo menos es tan correcta y higiénica como la dieta tradicional rica en proteínas. No obstante desde siempre el Vegetarianismo ha defendido sus razones en los siguientes argumentos:
EL ARGUMENTO ÉTICO
Por naturaleza el hombre no es un depredador, a diferencia de felinos o cánidos la visión de la sangre o del sufrimiento de una presa no nos excita ni nos atrae en especial . En los tiempos prehistóricos tenemos constancia de que existieron algunos homínidos que se alimentaron exclusivamente de frutos y raíces, en el origen de los tiempos la dieta del hombre primitivo no difería mucho de la dieta de los grandes simios, se basaba en frutas y recolección de raíces , y la ingestión de carne era algo raro y ocasional. Por motivos históricos y coyunturales el hombre en el Paleolítico se convirtió en cazador y depredador de diversas especies, y adoptó lentamente una dieta omnívora que incluía el carnivorismo, pero siempre guardó un aspecto emocional positivo con respecto a los animales sus sufrimientos y sus desdichas, algo inimaginable en un depredador nato. Ya en pleno neolítico los pitagóricos indicaron que era posible subsanar aquel error , el hombre era un ser evolucionado en la creación y tenía además una comunidad de vida con los animales los cuales eran seres dignos que no merecen ser destruidos por una criatura que en principio no necesitaba de sus cuerpos para sobrevivir.
Y ese argumento es valido hasta nuestros días, el hombre moderno tiene una aversión natural hacia la carne cruda y las vísceras, porque por naturaleza trofológica no engulle a los animales como alimento primordial. A este primer argumento cabe añadir en la Modernidad el hecho que la actual ganadería intensiva promueve además el sufrimiento de los animales antes de su muerte.
EL ARGUMENTO ANTROPOLÓGICO
Hasta hace algunos años se ha querido deducir de las diferentes piezas que el hombre posee como dentadura su carácter de omnívoro, en especial siempre se hacia hincapié en que los caninos estaban allí para desgarrar la carne. En la actualidad ya nadie defiende este tesis, la dentadura humana es parecida a la de los grandes simios y nuestros caninos son precisamente un residuo defensivo de nuestro parentesco con los antropoides venidos a menos, pero en los mismos gorilas y chimpances nunca se usan para matar o desgarrar sino sólo tienen misiones defensivas ante depredadores. Los incisivos por otra parte son excelentes instrumentos para cortar la fibra de verduras, frutas y frutos secos, que luego será masticada por los molares.
El aparato digestivo de los carnívoros es sólo tres veces la longitud de su torso , como que la carne cruda es un alimento en descomposición de cierta toxicidad es básico que sea digerida y eliminada con rapidez. En cambio el intestino humano es doce veces mayor que su torso, posee una pared con muchos repliegues y se halla comprimido y lleno de recovecos. Las sustancias que penetran en él no son excretadas hasta un período relativamente largo de tiempo; es un sistema digestivo adecuado para la fibra y la celulosa que necesitan mucho más tiempo para la digestión y avances.
Los animales carnívoros segregan grandes cantidades de ácidos orgánicos para digerir la carne cruda. Cuando el hombre ingiere grandes cantidades de carne y pescado aunque ya hayan sido “digeridos” en parte por el fuego necesita todavía importantes cantidades de ácido para disolver estos alimentos y esto sólo se logra a través de hiperfunciones de hígado y del bazo lo que a largo plazo conducen a problemas funcionales en estos órganos. Pero lo más problemático de una dieta carnívora se centra en que los bolos alimenticios ricos en proteína tardan muchas horas en atravesar la jungla de recovecos de nuestro intestino, y antes de ser evacuados los residuos estos empiezan a fermentar en el interior con lo que asimilamos sustancias tóxicas indeseables para nuestra salud.
Anatómicamente nos parecemos mucho a los grandes simios; sabemos que estos simios genéricamente no se alimentan de carne. Es cierto que los chimpánces algunas veces cazan, pero luego vuelven a la base de su dieta que es frugivora y vegetariana, y los gorilas son estrictos vegetarianos. Como especie por tanto no somos carnívoros, ni tampoco somos hervívoros ya que no somos rumiantes, y tampoco podemos decir que somos como indica la dietética actual eufemísticamente “omnívoros” es decir que lo comemos todo; si bien es cierto que como los simios podemos adaptarnos a cualquier dieta temporalmente lo cierto es que por evolución y nicho trofológico somos básicamente frugívoros y vegetarianos.
EL ARGUMENTO ECOLÓGICO
Este es un argumento de carácter ecológico que es relativamente moderno y que señala que una alimentación vegetariana es mucho más sostenible económicamente que una alimentación carnívora.
Producir carne es mucho más costoso que generar alimentos vegetales. Una vaca ha de alimentarse con casi 10 kg de proteína vegetal para producir 1 kg de proteína animal para el consumo humano
La persona que centra su dieta en la carne, para conseguir en torno a 2400 calorías diarias requiere una hectárea y media de terreno dedicada a ganado. Si la misma persona basa su dieta en trigo, podrá alimentarse con la octava parte de una hectárea. Media hectárea plantada con arroz y judías puede dar de comer a seis personas.
En los países industrializados una gran parte incluso de los cereales en torno al 80% (avena, centeno, soja etc.) se emplean para alimentar animales. O dicho de otra forma, el hambre en el mundo podría ser fácilmente dominado si el hombre volviese a su alimentación natural.
Tampoco hay que olvidar los efectos anti -ecológicos que produce la cría gigantesca de animales para consumo de carne. Una parte importante de la quema de bosques en la Amazonia proviene de la constante extensión ganadera para satisfacer las demandas de las cadenas mundiales de hamburgesas.
LOS ARGUMENTOS DE SALUD
En primer lugar la dieta convencional se basa en la interpretación de lo esencial que resulta la ingestión de proteínas de alto valor bromatológico (“completas” se las denomina) junto a grasas e hidratos de carbono, y desde el químico Justus Liebig estas proteínas se localizan en la carne. Las proteínas cárnicas tienen todos los aminoácidos esenciales mientras que las proteínas de origen vegetal les falta a algunas algún aminoácido . Desde este punto de vista las proteínas que proceden del mundo animal no sólo muestran todos los aminoácidos esenciales sino que además los contienen en una proporción que parece ser la que necesitan nuestras células. Además los dietístas del siglo XIX afirmaron que las proteínas eran la principal fuente de calorías ( cosa que es errónea ya que la fuente principal de las calorías son las grasas y los hidratos de carbono) y que además un hombre necesitaba diariamente una ingestión de 140 gramos dee proteínas completas, lo que equivalía a una fuerte dieta cárnica.
Pero estas conclusiones han sido revisadas a lo largo del siglo XX por dietístas convencionales asimismo por bromatólogos de orientación vegetariana. Si bien es cierto que algunos vegetales carecen en sus proteínas de aminoácidos esenciales lo cierto es que COMBINANDO diversos vegetales podemos obtener fácilmente todos los aminoácidos básicos. Además como señalamos necesitamos muchas menos proteínas de lo que parece y la energía proviene sobre todo de los hidratos de carbono que los encontramos en grandes cantidades en los vegetales. Y por otra parte – y ese es el argumento esencial- la proteína de origen animal casi siempre se halla hipotecada por residuos metabólicos presentes en las células de los animales que presentan alguna toxicidad y que deben ser eliminados luego por nuestra vías eliminatorias. En cambio las proteínas de origen vegetal no conllevan junto a ellas toxinas. Por otro lado recordaremos aquí que incluso una dieta “estrictamente vegetaliana o veganista es perfectamente compatible con la salud porque en los vegetales sólos también podemos encontrar todo lo necesario para la vida inlcuida la vitamina B 12 que se halla en los germinados y en la alfalfa.
Pero si dejamos el campo de las proteínas hay que recordar que los vegetales aportan muchas más vitaminas y elementos minerales que carne y pescados, así como oligoelementos . Recordemos que vitaminas y enzimas que las carnes conllevan desaparecen casi por completo en el proceso de asado o cocción, mientras que los vegetales que ingerimos crudos nos aportan toda la energía de vitaminas frescas.
Tanto el Dr. Lahmann como el químico R. Berg probaron a principios de siglo, que una dieta basada en la carne promueve importantes trastornos metabólicos y es responsable de diversas enfermedades. Tras la digestión la persona que se alimenta con carnes y pescados recibe en la sangre cantidades de ácidos orgánicos que trastocan la composición mineral de la sangre. Para defenderse de estos residuos toxémicos el organismo depone lentamente estos ácidos en forma cristalina en los tejidos conjuntivos y luego en el interior de las mismas células de órganos, es lo que el Dr. Reckeweg ha denominado Homotoxinas; algunas de las enfermedades crónicas y degenerativas tales como artrosis, reuma, diabetís o piedras renales provienen directamente de estos depósitos.
Por otra parte la sangre de una persona que sigue una dieta convencional tiene una composición mucho más ácida que alcalina, mientras que un vegetariano tendrá siempre una sangre mucho más alcalinizada.Esta tesis del Dr.Lahmann ha sido en la actualidad corroborada por la teoría médica de los radicales libres y les desventajas del colesterol, que afirma que una dieta con profusión de frutas y verduras previene de muchas de las enfermedades de la civilización.
EL ARGUMENTO RELIGIOSO Y ENERGÉTICO
Si aceptamos la antropología oriental como la filosofía Vedanta o el Taoismo, que contemplan al ser humano como un ser de diversos niveles, es decir el fisico, el etérico, el emocional, el intelectual y el espiritual; aceptaremos también que una dieta vegetariana alejada de excitantes como alcohol, café o tabaco y alimentos proteínicos , tiende a proporcionar una armonia en la conexión entre si de estos niveles. En las sesiones de medicinas energéticas, al vegetarismo tanto para el sanador como para el paciente es de gran ayuda, ya que tiende a proporcionar más sensibilidad energética a ambos. Además
no es casual que muchos de los grandes profetas utilizasen el vegetarismo y el ayuno en determinados momentos de su vida, en especial como preparación para su conexión con la esfera de lo divino.
Una explicación de este hecho histórico radica en que la dieta vegetariana abre al hombre también su sensibilidad hacia la espiritualidad y el misticismo, dado que lo aleja de alimentos excitantes que atan al ser humano a la materia y al mundo grosero.
CÓMO INICIARSE EN EL VEGETARIANISMO
Existen dos reglas de oro para iniciarse en una dieta de tipo vegetariana, la primera es evitar brusquedades , el paso de una dieta a otra ha de hacerse lentamente y con un período de transición, de forma que el principiante vaya advirtiendo las ventajas de la alimentación por si mismo.
La segunda regla de oro consiste en evitar las dietas radicales y fanáticas. En este sentido es desaconsejable inciarse con una dieta vegetaliana radical o veganista, es mucho mejor seguir la rama ovo-láctea vegetariana de forma que una parte de las proteínas la obtengamos de los lácteos de los frutos secos y de los huevos. Repetimos que comiendo lácteos, quesos frescos y frutos secos no nos faltará ningún elemento constitutivo para mantener nuestra salud.
Finalmente también existen épocas mas adecuadas que otras para empezar con una dieta vegetariana, la mejor época es sin lugar a dudas primavera e incluso verano, ya que en esta estación ya de por si nos apetecen las frutas y verduras, además el tiempo cálido acompaña a reducir las proteínas de nuestros manjares.
PROLEGÓMENOS PREVIOS
Para empezar a acostumbrarnos a una dieta vegetariana empezaremos dando mayor protagonismo a frutas y verduras así como a crudidades en la dieta sin eliminar toda la proteína cárnica o piscícola y así dar tiempo al organismo a adaptarse.
En este sentido lo adecuado es durante algunas semanas empezar cenando sólo con fruta y algún lácteo. Es decir substituiremos la cena pesada con carne o pescado e incluso queso con embutidos con pan , por una cena ligera a base de frutas y lácteos He aquí la propuesta:
Fruta del tiempo. Por ejemplo ahora en verano podemos comer fresas con nata y miel. Otro día tres trozos de melón con un par de melocotones y un yogur. Si tenemos más hambre añadiremos siempre u a manzana cruda.
Después de dos o tres semanas ya estamos listos para pasar a la dieta de transición
DIETA DE TRANSICIÓN
Esta dieta la seguiremos durante uno o dos meses aproximadamente y garantizará que nuestra adaptación al vegetarianismo sea mucho más sencilla y con menos molestias. Una condición previa para iniciar esta dieta consiste necesariamente en abandonar tabaco, alcoholes de alta graduación, ( a lo sumo vino biológico) cafés y otros excitantes como las bebidas isotónicas.
DESAYUNO : Al levantarnos y antes de ir al trabajo con una exprimidora beberemos el zumo de dos o tres naranjas. En verano cuando no haya naranjas lo substituiremos por una licuadora y el jugo será de zanahoria.
ALMUERZO EN LA OFICINA O EN EL TRABAJO: Nos llevaremos fruta del tiempo que en invierno pueden ser manzanas y mandarinas y un trozo de pan integral dextrinado con mermelada o paté vegetal y un huevo duro. Si tenemos más hambre podemos añadir un yogur con miel y tomar una infusión.
ALMUERZO EN CASA: Nos podemos preparar un muesli. Es decir un desayuno a base de cereales tostados, frutas y yogur o leche entera fresca.
COMIDA: PRIMER PLATO : En vez del cocido o de los entremeses nos prepararemos un gran plato de ensalada cruda, a base de lechuga o escarola, tomate, rabanitos., zanahoria, cebolla tierna y apio. Lo aliñaremos con aceite virgen de oliva y poca sal y/o un diente de ajo prensado y algo de zumo de limón en vez de vinagre, más algunas aceitunas negras de confianza.
SEGUNDO PLATO: Verduras asadas al horno, alcachofas, coliflor champiñones etc, aliñadas con aceite virgen de oliva y perejil, con 100 g de arroz integral cocido aparte o dos patatas también al horno.
o bien como segundo plato alternativo: Paella de arroz integral con verduras y queso con salsa milanesa.
PROTEINAS ACOMPAÑANTES EN LA COMIDA: Tres días a la semana
– Pescado siempre a la plancha. Algún día podemos cambiar a la carne pero evitando la grasa y prefiriendo el pollo y el cordero a la ternera . Siempre a la plancha. La carne de cerdo no debería ser consumida ni por aquellas personas que siguen una dieta convencional pues es la carne más tóxica del mercado. Y por supuesto nada de embutidos.
Los otros cuatro días a la semana:
– Tortilla de alcachofas, o bien una hamburguesa vegetal de confianza a base de soja.
POSTRE: Manzana al horno o moussé de limón
CENA: PRIMER PLATO: En verano un plato de fresas con nata y miel de confianza. En invierno media piña tropical fresca. Si tenemos más hambre podemos tomar en la cena un segundo plato aunque no es aconsejable en personas con más de 40 años.
SEGUNDO PLATO: Verduras al vapor con pasta integral y salsa de tomate o arroz integral con salsa verde. Dos croquetas de tofu y zanahoria o un trozo de seitán a la plancha.
POSTRE : manzanas o yogur
NOTA FINAL: AL CABO DE DOS O TRES MESES PODREMOS ELIMINAR EL PESCADO Y LA CARNE AL MEDIODIA
Y SUSTITUIRLA POR PROTEINA VEGETAL O FRUTOS SECOS
MOLESTIAS PASAJERAS DE LA TRANSICIÓN AL VEGETARIANISMO
– Los primeros días de una alimentación baja en proteínas y copiosa en frutas y verduras tenemos la sensación que tanta verdura y tanta fruta son imposibles de asimilar, algunas veces en estos primeros días tenemos flatulencias y nos sentimos hartos al acabar de comer. Esto puede ocurrir por dos motivos:
– – uno que nuestro estómago no se halla acostumbrado a gran cantidad de celulosa, por tanto reduciremos las cantidades y comeremos bastante menos según el apetito
– – otro causa frecuente es que realizamos alguna incompatibilidad alimentaria, es decir mezclamos pan con arroz, o patatas con pan que deben de evitarse. En este caso sólo ingeriremos una sola fécula en nuestras comidas.
– Cuando llevemos un par o tres semanas con una alimentación ovo-lácteo vegetariana y ya nuestro cuerpo se haya habituado a las cantidades que tomamos advertiremos que perdemos de peso y que cada día tenemos más hambre. En algún momento tendremos un gran apetito para comer más proteínas.
Esa es otra de las reacciones clásicas de la adaptación a una dieta vegetariana , al cabo de unas semanas de adaptación, el organismo acostumbrado a consumir proteínas de origen animal tiene una especie de adicción a estas proteínas , lo que se expresa con más apetito. Este fenómeno suele desaparecer en dos o tres semanas
.También cuando llevemos ya tres o cuatro meses de régimen vegetariano ovo lácteo, podemos tener durante algunos días y en especial en invierno, frío en las extremidades. Eso no debe asustarnos ni es debido a falta de proteínas, sino de nuevo a cambios de circulación y metabólicos del propio organismo por el cambio de composición de la sangre, al cabo de unos días dichos síntomas desaparecen totalmente y entonces tendremos mucha mejor circulación periférica.
VENTAJAS DEL TRANSITO AL VEGETARIANISMO
1) Una dieta vegetariana es rica en fibra, también muy rica en vitaminas y oligoelementos y pobre en grasas y proteínas lo que conduce a bajos niveles de colesterol y constituye una ayuda (no una patente de corso)
para evitar enfermedades cancerígenas y circulatorias .
2) A los pocos días de empezar con una dieta de transición notaremos que nuestra sed se regula, ya no tenemos sed entre comidas. Esta regulación y desaparición de la sed intensa, tiene que ver con el elevado consumo de frutas y verduras , no bebemos porque ya no lo necesitamos al tener agua fisiológica a través de los zumos.
3) A las semanas de iniciarse en una dieta vegetariana empezaremos a perder peso, y nuestros depósitos empezaran a desaparecer. Nuestra figura irá recuperando contornos de juventud y al mejorar nuestra circulación periférica obtendremos un saludable color rosado en la piel
4) Nuestras evacuaciones se regularizaran al cabo de unos meses. Si siempre hemos sufrido de restreñimiento, este desaparecerá y debido a la fibra tendremos una o dos evacuaciones al día. Si por contra en una dieta convencional teníamos propensión a la diarrea, al cabo de unas semanas también esta desaparecerá y se regulara. Lo normal al final son dos evacuaciones por día .
5) Al cabo de unos meses de seguir una dieta ovo-lácteo vegetariana con crudivorismo notaremos extrañas sensaciones en nuestro organismo, veremos que nuestro olfato y gusto mejoraran, nuestra capacidad de concentración aumentará, y dormiremos mucho más tranquilos que con una dieta convencional evitando gases y flatulencias.
BIBLIOGRAFIA
-Vic Sussman. La alternativa Vegetariana. Ed. Integral. Monográfico
-Dr. D.Lamboley. Cuídate con verduras, frutas y cereales. Ed Salvat Barcelona 1999.
– J.Roselló. El Libro de la Cocina Natural. Ed.Integral. Barcelona 1990
-Tiziana Valplana y Matilde Parona. El niño vegetariano. Ed Integral Barcelona 2000.
Deja un comentario